10 Minutos en el Paraíso ~con Aizen~ Pasen onees c: ![]() Visitas: 1029 Fecha: 26/10/14 01:52 Última edición: 26/10/14 01:52 Fanfics > Bleach |
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Yo: Aquí la conti de los shots del recuerdo :"D
¿?: Así es, querida ―dice Aizen, mientras toma una taza de té, sentado en mi silla frente al escritorio.
Yo: En fin, mi casa se está llenando de arrancars :$
Gri: *Se va a enterar cuando estemos solos ò-ó*
/10 Minutos en el Paraíso/ ~con Aizen-sama~
Tú: Parece naranja, pero es más bien rojo ―le dijiste a Gin, mirando el papelito de tu mano, a lo que él rió.
Te cogió el trozo de papel de la mano y te agarró hacía el armario.
Gin: Es, más bien, rojo escarlata, y estoy segura de que de ahora en adelante, éste será tu color favorito.
Levantaste una ceja.
Tú: ¿Ah, si-? ―le miraste, sin poder fijarte de que en vez de empujarte hacía el pequeño armario, te empujaba en una Garganta, que daba quién sabe dónde.
Caíste sobre tus rodillas, tu masajeandote la frente.
Tú: Maldit-
¿?: Esas palabras, (...) ―dijo una voz conocida.
La voz de aquel que te secuestró y te trajo a Hueco Mundo.
Tú: Aizen...¿Qué...? ―le miraste.
Estaba sentado sobre su trono, en la sala de reuniones, mirándote y sonriendo, pero no una sonrisa falsa, sino... con fuego.
Sus ojos medio cerrados tenían una luz en ellos que... No sabías lo que era, pero hacía que tuvieras cosquillas en tu barriga. Ese hombre. Ese hombre tan egocéntrico y tan mezquino te ha robado el corazón.
Maldito sea por eso. Pero no podías hacer nada.
Ahí estabas, arrodillada ante él (que conste que por la caída) mirándole incrédula.
Tú: ¿Desde cuándo juegas a tus juegos, Aizen?
Nunca utilizarías "-sama" con él ni aunque te pegase. Ni en broma, pero él te dejaba.
Ai: Ésta es una excepción ―cerró los ojos y tomó aire. Llevó la mano que aguantaba su cabeza y te hizo un gesto para que te aproximases― Ven, querida... ―te ordenó.
Gruñiste algo pero te levantaste y caminaste hacía él.
Ai: Más... ―diste unos pasos más, estando casi en frente suya. Abrió los ojos― Siéntate aquí ―señaló su regazo.
Levantaste una ceja, mirando su regazo y luego miraste su cara burlona.
Entrecerraste tus ojos y juraste.
Tú: *Si quiere jugar, juguemos...* ―te sentaste― ¿Algo más? ―rodeaste su cuello con tus brazos para mantener el equilibrio y luego te encontraste con sus ojos chocolate, con sus labios curvados y con una mano suya sobre tu cintura.
Ai: Tu decides, querida...
Y no pudiste decir nada.
Solo te perdiste en su mirada, en sus pupilas negras, esa cara sonriente, medio burlona.
Tú: Jej. Éstas tonterías siempre te parecen una broma, ¿verdad? Éstos juegos ―dijiste entre dientes, mirando hacía cualquier sitio que no fuese él.
Ai: (...), mírame ―te ordenó, pero al carajo con sus órdenes.
Intentaste saltar de su regazo y salir de ahí, pero te tenía agarrada, estabas inmóvil.
Con su mano libre tocó tu mejilla y empujó tu cara para que le vieras.
Ai: Mírame ―se acercó a ti, con sus labios justo al lado de tu oreja, su respiración golpeándola, y golpeando tu cuello.
Acarició tu pelo y llevó un mechón a sus labios, donde lo besó.
Entonces si decidiste perderte en él. Ojos chocolate observando todo lo que hacías.
Para él, tu eras algo siempre inesperado, algo único.
Algo fuera de la ley.
Para él, eras suyo.
Su más preciada posesión.
Tú: ¿Qué tengo que decidir? ―frunciste el ceño.
Debías escapar de él, de ser su presa.
Te estaba arrinconando, y aunque te gustaba que lo hiciese, no podías.
Caerías y...
Ai: Sobre nosotros... ―te sonrió, confiado, acariciando tu cuello, tu mejilla, sus labios a pocos centímetros de los tuyos.
Tu corazón iba a mil y tu mente no funcionaba bien.
La única reacción "sana" que pudiste encontrar fue... besarle. Cerraste los ojos y él se sorprendió, primero no lo vio venir pero luego se acomodó.
Sentiste como te agarraba más de la cintura y te pegaba a él y tu volviste a rodearle con tus brazos. Poco a poco vuestro beso pasó de ser un beso simple a uno apasionado, uno con más significado. Apretaste tu mano en su nuca y le pegaste más a ti y los dos a la vez, sin pensarlo, abristeis vuestras bocas y entrelazasteis vuestras lenguas. Se sintieron las unas a las otras, se saborearon. Por eso Aizen te tenía ahí, porque eras la única que hacía que su corazón diese un brinco.
Temía reconocerlo, pero eras su debilidad.
Aizen besándote, te sentías como si estuvieras en el cielo, entre sus manos, las manos que recorrían cada centímetro de ti, su boca, su lengua, que exploraba cada rinconcito tuyo, era todo tan perfecto.
Tan irreal.
Abriste los ojos en el beso y te separaste de él.
Tú: *¿Qué estoy haciendo?* ―te preguntaste y ésta vez si que saltaste de sus brazos. Pusiste una mano sobre tus labios y miraste al suelo― *Acabo de besar a mi enemigo...* ―negaste con la cabeza.
¡No podía ser!
Ai: (...) ―te dijo.
También se levantó de su trono, ahora serio. ¿Por qué te separaste de él?
Eso ya daba igual. Ya tomaste una decisión al besarle.
Ai: Estoy seguro de que entenderás que tendrás que sufrir las consecuencias de ello, ¿no?
Abriste los ojos y le miraste.
Tú: ¿Qué?
Ai: Como ya te dije, querida, tenías que tomar una decisión. Y lo hiciste. Ahora tendrás que sufrir las consecuencias ―estabas en un estado de shock completo. Aizen, después de ese beso, iba a matarte. ¿Por qué si no? Apretaste los ojos esperando una muerte segura― Primero, acaba lo que empezaste. Segundo, de ahora en adelante, serás mi Reina ―incrédula, pestañeaste dos veces, analizando todo lo que pasó.
Tú: ¿Eh? ―boquiabierta, solo soltaste eso.
Ai: No te doy a elegir, (...) Acepta las consecuencias ―dio un paso hacía ti y te tomó la mano, y mientras la llevaba a su boca, la acariciaba con su pulgar. La besó― Eres mía.
Unos instante más, te relajaste, y con tu mano aún en frente de sus labios, le rozaste la mejilla, donde él apoyó su cabeza.
Tú: Creo que... ―levantó una ceja. No se esperaba que respondieras. Ni que le tocases― Podré vivir con ello ―le sonreíste.
Te tomó de la cintura y te pegó a su pecho en otro beso más apasionado.
Tú: Quizás, para lo que he empezado... ―miraste al trono para no mirarle a él― Necesitemos más espacio...
Rió.
Abriste los ojos en su dirección.
Ai: Lo que tu desees, mi querida ―y te besó dulcemente.
Nada más acabar el beso, te llevó a su habitación.
Yo: o//.//o bueno, la autora dijo que este lo hizo especial para la reina de Aizen-sama
Ai: Así es, querida Nanna-chan ―me señala una taza de té y yo la tomó, me siento sobre el escritorio y ambos bebemos té― Por cierto, el que subieras estos shots era parte de mi plan.
Todos: 7~7 claro, Aizen-sama ―tono sarcástico.
Yo: Bueno, quizá mañana suba algunos con los chicos del Seireitei c: hasta pronto ―digo ignorando los ademanes de Grimmjow por captar mi atención.
![]() 26/10/14 03:27 | Última edición: 26/10/14 03:27 |
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Oh kyaaa /derrame nasal/ Aizen-sama kya *q* me lo voy a tirar siiiiiii cof cof bueno me calmo xk es mi hermano mayor u.u pero k buen shot oye Nannita de casualidad los sacaste de quizilla? Xk me parecen conocidos o quizas me volvi loca otravez O.O
Pero en fin me gusto mucho mucho Nannita y te amare mas de lo k ya te amo si subes mas de estos
![]() 26/10/14 06:25 | Última edición: 26/10/14 06:25 |
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OMG!!! porque Aizen tiene que ser tan jodidamente lindo, estuvo hermoso espectacular, muerome xD, estuvo increíble ♥
si sasuke lee esto no es verdad