~Untouch~ Ep 7 con Grimmjow ![]() Visitas: 685 Fecha: 08/08/15 07:26 Última edición: 08/08/15 07:28 Fanfics > Bleach |
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~¿Qué tienes?~
Mierda, ya es el tercer mensaje de voz que le dejo a mi padre. ¿Qué se cree? ¿Qué puede tenerme tan preocupada sin noticias suyas desde hace semanas?
―En cuanto vuelva me va a escuchar, no puede tener a su única hija tan preocupada ―Bianca me vio con una sonrisa de comprensión en su rostro. Estaba harta de sentirme preocupada, pero no podía evitarlo por más peleada que estuviera con él―. Además que siga con su "trabajo" de siempre no me deja tranquila en ningún momento. Debería dejarlo de una buena vez.
―Bueno, su trabajo le distrae de recuerdos que hay en esta casa ―me dijo mientras me pasaba mi chaqueta y mi bolso.
―Ya, claro ―le repliqué algo sarcástica.
Es obvio que me miente, si fuera cierto no tendría la necesidad de ignorarme y tratarme cómo me trata. Un mensaje de mi celular interrumpe el breve silencio entre Bianca y yo, veo el teléfono de reojo sobre mi tocador y suspirando voy hacía el con la esperanza de que sea mi desconsiderado padre el que esté llamando.
―¿Vendrá a cenar el joven Grimmjow? Yo tengo que salir y quería saber si dejaba instrucciones para que preparen algo las chicas.
La pregunta de Bianca quedó sin contestación, mi cara de póquer y mi silencio no le decían nada.
―No puede ser, joder ―me volví bruscamente hacía ella aún con mi teléfono en mano―. Ya está aquí.
―¿El joven Grimmjow?
―No, no hablo de él.
―¿Entonces?
―De Sōsuke Aizen, joder en mala hora me avisa ―dije golpeando el suelo con el tacón de mi zapato―. Bianca, debo irme.
No escuché lo que me gritó, baje todo lo rápido que pude las escaleras con cuidado de no caerme. Salí al jardín y me encontré con Haschwalth hablando tranquilamente con Dimitri.
―Buenas, hermosa ―me saludó el rubio, le saludé con media sonrisa y un beso en su mejilla―. ¿A dónde vas con tanta prisa?
A Haschwalth nunca le ha caído bien Sōsuke, será mejor que no le diga que vendrá.
―He quedado de comer con Rukia y ya voy tarde, es sólo eso ―¿por qué le miento? Seguro que cuando se entere no querrá hablarme por unos días.
―Ah, ok. Nos vemos más tarde entonces.
Me volví a despedir y le pedí a Dimitri que me llevara al aeropuerto.
El sonido de Love Me Again de John Newman hace menos incomodo el viaje en coche, vuelvo a descruzar y cruzar mis piernas intentado dejar de pensar en qué le voy a decir a Grimmjow cuando vea que voy tarde. O peor. Cuando vea que mi ex a venido a "visitarme".
―Tch, no debo pensar en eso ahora ―no me di cuenta que hablé en voz alta hasta que Dimitri me habló.
―(...), llevas rato pensativa ―yo me hice la muda― ¿quieres decirme por qué vamos al aeropuerto?
―¿Será malo si te digo que vamos a recoger a Sōsuke Aizen? ―el frenazo del coche me fue suficiente respuesta.
―¿Estás loca? ¿De verdad ha vuelto ese imbécil? ―me asusté un poco al ver que sacó su pistola de la guantera del coche y recargaba el arma.
―Quieres hacer el favor de guardar eso, es peligroso ―le dije con voz suplicante.
Aún no entiendo por qué todos odian a Aizen, bueno quizá sea porque me hizo soltar unas lágrimas pero eso fue hace años. Yo no le guardo ningún tipo de rencor ni nada por el estilo.
―(...), ¿sabes qué te hará tu padre si se entera que Aizen ha vuelto? ―le vi palidecer―. O peor. ¿Qué me hará a mí cuándo se entere de que te lleve a recogerlo?
Tal vez no pensé en eso. ¿Debería irme y decirle a Aizen que no podré ir? Además... mi pobre Grimmjow me debe estar esperando. Ahora que recuerdo... Ichigo estuvo de cumpleaños hace unos días y si no recuerdo mal él y Grimmjow cumplen el mismo mes con una diferencia de quince días...
―Vale, Dimitri. ¿Puedes llevarme a la empresa de la familia Jeagerjaquez?
―.Prefiero llevarte con el gruñón de tu novio que con ese nerd de Aizen ―habló el pelinegro, sus ojos grises me observaron por el retrovisor y yo le enseñé la lengua antes de sacar mi celular del bolso, deslicé mi dedo índice con delicadeza por la pantalla buscando en contactos.
*¿Sí?*, se escuchó una voz somnolienta del otro lado de la línea.
―¿Rukia? ¿Estabas dormida?
*Si..., aaahhh~ si, dime qué pasa (...).*
―¿Está Ichigo despierto? ―le dije hablando con mis labios haciendo morritos.
*Si, espera.*, escuché los gritos de Rukia tratando de despertar a Ichigo, las protestas de éste y los suspiros resignados.
*(...) espero que sea de vida o muerte.*
―Bueno para mí si lo es, no sé para ti ―le dije bromeando―. Quería preguntarte por... por la fecha de cumpleaños de Grimmjow.
*¿Ah? ¿Me llamas para eso? ¿Estás bromeando?*
A cada palabra que salía de su boca me decía que debía haber llamado a Nell, aunque posiblemente me habría contestado Nnoitra y él directamente me habría mandado a la mierda.
―.Por favor, Ichigo ―Dimitri iba concentrado conduciendo y cantando "Choca" de Plan B. No entiendo cómo se concentra cantando ese tipo de canciones.
*Tsk, hay que ver contigo (...). Si no me cayeras bien no te diría dicho nada. Es el 31 de este mes.*, juraría que Ichigo sonreía en ese momento.
―Gracias, Ichigo ―de lo emocionada que estaba le di un beso a la pantalla de mi celular manchándolo con el gloss de mi labial―. Te debo una.
*Si, claro.*, se despidió y colgamos.
―¿Todo bien?
―Si, Dimitri todo bien ―le dije sonriendo mientras pensaba en qué iba a regalarle a Grimmjow por su cumpleaños―. Tres días... tengo tres días para pensar.
/Gran Hotel J./
―Si, eso es todo ―Sharon me miró unos segundos aún con la carpeta que le acababa de dar en manos.
―¿Es mi imaginación o está molesto por algo? ―la rubia me miró esta vez preocupada.
―No te imaginas nada, la verdad una tal Nozomi Kujo me está "acosando" ―le dije haciendo énfasis en "acosando" con mis dedos.
La carcajada de Sharon me dejó perplejo unos segundos.
―¿De qué te ríes, mujer? ―le dije gruñón.
―Lo siento ―dijo recobrando la compostura―. Nozomi es nueva en la empresa, y por lo que sé entró aquí con la esperanza de conocer el afamado y codiciado soltero... Grimmjow Jaegerjaquez.
―¿Y eso qué importa? ¿Acaso no sabe que estoy apartado?
Sharon se miró las uñas de las manos que llevababa perfectamente arregladas.
―Es claro que buscara la forma de arruinar su relación con la bella (...), debería estar preparado ―fue lo último que dijo antes de salir por la puerta dejándome solo.
Es claro que esa tipa será una molestía pero no debo darle mucha importancia... total yo estoy con (...).
―¿Qué hará mi (...) en este preciso momento? ―me pregunté suspirando, inconscientemente daba vueltas en la silla como niño pequeño.
El resto de la hora me fue muy difícil tratar de concentrarme en el trabajo, tenía presente que (...) llegaría en poco tiempo. Sharon se tomó el enorme trabajo de hacer la mayor parte del trabajo más urgente, yo por el contrario me entretenía de más con la fotocopiadora. ¿En qué más iba a perder tiempo? El sonido de mi celular me distrae de mi laborioso combate con la fotocopiadora para ver un mensaje. Es (...).
*Nos vemos en el restaurante del hotel, tengo ganas enormes he incontroladas de verte y tenerte para mí solita... Un beso, (...).*
―Cielos, qué tipo de mensaje más... insinuante para un animal cómo yo... *No debo pensar de esa manera. (...) lo hace de la manera más sana posible, qué clase de mente sucia lo malentendería... aparte de la mía, claro.*
―Vamos, Dimitri apresúrate ―las personas que almorzaban en el restaurante del hotel me veían de pies a cabeza y después repasaban a mi acompañante.
―(...), espera un poco ―me sujetó del brazo con delicadeza para que dejase de saltar―. ¿Por qué no le esperas tu sola?
La verdad no sabía por qué tenía la necesidad de sentirme acompañada hasta que Grimmjow apareciera.
―No quiero esperar sola, además no tienes nada que hacer de mientras... ¿o si?
La expresión de Dimitri me hizo recordar que tenía una vida como yo.
―B-ueno, supongo que te haré compañía... ―su mano le frotó la nuca con nerviosismo desordenando su cabello un poco, yo le sonreí y juntos entramos al restaurante.
Buscamos una mesa, pedimos y después de unos minutos me urge ir al baño. Estar con tanta gente en un espacio cerrado me pone de los nervios.
―Dimitri, iré al lavabo ―él sin pedirme explicaciones asintió y yo me dirigí al baño. Entré en los aseos y fui directa al lavabo para remojar mi rostro y respirar hondo. Me tomé mis minutos mientras hacía tiempo para que al salir Grimmjow ya estuviese con Dimitri.
*Ahora que recuerdo... ¿qué diablos podría regalarle?*
―Seguro que Nell me saldría con una noche de striptease... ―tomé una toalla de papel y sequé mis manos. Cuando sentí que estaba lista salí de los aseos y me dirigí a la barra donde había un rubio atendiendo a los clientes. No sé por qué pero necesitaba una copa de vino... o a poder ser un coñac. Mi celular sonó mientras me dirigía al bar y vi la pantalla con decepción al ver que era Aizen de nuevo. Pero para mala suerte suya no pensaba responderle hasta haber hablado con Grimmjow de él y mi pasado. Por el momento no le contestaría para nada.
―Rechazar ―le dije al teléfono. Toqué con decisión la pantalla finalizando la llamada, luego metí el teléfono dentro de mi bolso mientras avanzaba por el pasillo―. Uy, lo siento ―farfullé cuando choqué con un tórax.
Era un torso firme y el embriagador olor a perfume refinado me resultaba familiar. Mis piernas se negaban a moverse y mi rostro a levantar la vista. Tenía temor de ver qué me encontraría si lo hacía.
—¿Rechazar? —dijo en voz baja—. Eso me ha dolido.
Me aparté de su abrazo e intenté recobrar la compostura. Estaba guapísimo, con un traje ejecutivo. Quizá hasta podría ser confundido con un multimillonario amante del BDSM. Y justamente mi estúpida incapacidad para apartar la vista de su pecho por miedo a quedar hipnotizada por sus potentes ojos hizo que me entrara la risa.
—¿Qué te hace tanta gracia? —me preguntó. Sospeché que frunció el ceño ante mis carcajadas, aunque, como me negué a mirarlo, no pude confirmarlo. Y tampoco quería hacerlo por lo que traté de tomar el camino de nuevo a la mesa donde vi que Dimitri ya había pedido bebidas.
—Lo siento. No miraba por dónde iba. —Lo esquivé, pero me cogió del codo y detuvo mi huida a lo que Dimitri alarmado se acercó disimuladamente corriendo.
—Antes de irte, dime una cosa, (...). —Su voz despertaba mis sentidos y mis ojos viajan por su cuerpo esbelto hasta que nuestras miradas se encontraron como una vez lo hicieron en el pasado. Estaba serio, pero seguía siendo impresionante—. ¿Cuánto crees que vas a gritar cuando te folle?
*¡¿QUÉ?! ¿¡Qué clase de gilipollez era esa?! ¿Cómo se atrevía a preguntarlo siquiera?*
—¿Perdona? —conseguí espetarle pese a que mi lengua parecía de trapo. Medio sonrió ante mi sorpresa. Me levantó la barbilla con el índice y la empujó hacia arriba para hacerme callar un momento.
—.Piénsalo. —Me soltó el codo cuando Dimitri estaba a nuestro lado.
Le lancé una mirada furibunda antes de volver a nuestra mesa con el paso más firme que mis temblorosas piernas me permitían en ese instante, si no fuera por los brazos de Dimitri ya me habría caído al suelo.
*¿Lo he oído bien?*
Me senté en la silla y me bebí todo el vino intentando humedecer mi boca seca, por Dios que se vaya. Cuando miré a Dimitri, estaba boquiabierto. Lo había reconocido un poco tarde a mi parecer.
—¿Quién coño es ése? —balbuceó una voz gruñona junto a mí oído.
—¿Quién? —Miré alrededor haciéndome la loca cuando Grimmjow se acuclilló a mi lado, dejando nuestros rostros a la misma altura mientras me interrogaba con la mirada.
—Ése. —Grimmjow señaló con un cuchillo a Aizen, ¿de dónde lo había sacado?
—Es sólo un amigo, nada más —respondí molesta. La verdad a ese Aizen no o conocía.
Para mi mala suerte, Aizen se sentó en una mesa muy cerca de la nuestra, Grimmjow miraba asesinamente al pobre Aizen... espera, de pobre nada. Los rudos y posesivos labios de Grimmjow no pudieron dejar claro cuál era su terreno, cuando por fin me dejó respirar se sentó en la silla de al lado mío.
—He tardado más de lo esperado... y bueno... eh, pues eso...
Yo me reí al ver la incomodidad suya.
—¿Acaso el arisco Grimmjow se está tratando de disculpar por llegar tarde?
—C-laro que no, ¿de dónde sacas eso?
—Por lo sonrojado que estás lo pensé, —dije fingiendo decepción—. Aunque me equivoqué.
—Tsk, ¿Nos vamos ya?
Su tono no era bromista ni nada por el estilo, al contrario. Parecía como si acabara de cometer sacrilegio solo por haber cruzado unas palabras con Aizen.
—Aún no hemos comido nada, y además acabas de llegar —no me dejó ni siquiera decirle que nos tomáramos una copa cuando ya me sacaba a rastras del bar bajo la mirada sorprendida y envidiosa de las mujeres del lugar.
Dimitri nos llevó a casa, salí del coche echando chispas y furiosa con Grimmjow. ¿Por qué demonios me ha sacado así? ¿Acaso piensa que soy lo pero o qué?
Es un idiota.
—¡(...)! ¡Espera, (...)! —no sé que le dijo a Dimitri pero le vi salir de la mansión, yo corrí a mi habitación y cerré la puerta para que no entrara. Lo peor era que Bianca no estaría, y la gente de seguridad no entra en la mansión a menos que sea estrictamente necesario.
—¡Vete y déjame sola! —le grité con fuerzas. Este hombre acabara con todo lo que soy. Sé que tiene mi corazón y en cualquier momento puede romperlo para siempre y eso me aterra.
—(...) no me obligues a romper la puerta —nada más escuchar la amenaza corrí a abrir, con lo temperamental que es, lo más seguro es que fuera verdad.
—Serás cabezota —masculló, y apretó los labios contra mi cuello, lo lamió y lo mordisqueó hasta llegar a la clavícula, y trazó círculos largos y húmedos con la lengua antes de ascender hasta mi oreja para morderme el lóbulo.
Apreté los ojos con fuerza y supliqué que mi autocontrol aguantara su irresistible contacto. Empezaba a clavarle las uñas en el antebrazo tenso y luego cerré los labios firmemente por miedo a dejar escapar algún grito de placer. Apartó las manos de mi cadera, las deslizó lentamente por mi vientre y entonces me levantó la goma de los pantalones cortos.
—.Para. ¡Para, por favor! —grité.
—(...), para tú. Para ya.
Metió el dedo índice por debajo de la tela y empezó a moverlo de izquierda a derecha con lentitud mientras sus labios continuaban atacándome la oreja y el cuello. Tenía ganas de llorar de frustración.
La cálida fricción hacía que se me doblaran las rodillas y me provocaba violentos temblores por todo el cuerpo. Rió ligeramente, un sonido gutural que me genera vibraciones por toda la columna y un leve latido en el centro de mi intimidad. Cerré los muslos con fuerza, llevé mi mano de su brazo a su pecho y empujé en vano. No sé ni por qué lo intentaba.
Estaba a un paso de rendirme. No dejaba de insistir con pasión, y yo enamorada de él me rendiría tarde o temprano. La cabeza iba a estallarme, y no sabía si de placer o de confusión.
Estaba hecha un puñetero lío.
Cuando sus labios regresaron a los míos seguía resistiéndome, haciendo todo lo posible por bloquearle la entrada. Mi pobre cerebro enviaba a mi cuerpo millones de órdenes diferentes: *lucha, resiste, acéptalo, bésalo, dale un rodillazo en los huevos.*
Y entonces su mano se coló dentro de mis bragas, me separó los labios con los dedos y sentí que una descarga eléctrica me recorría el cuerpo. Me acariciaba el clítoris muy suavemente. Me hacía temblar y abrí la boca para lanzar un grito de placer. Aprovechando mi momento de debilidad, me introdujo la lengua en la boca y exploró y lamió todos sus rincones mientras su pulgar seguía trazando círculos en mi sexo ardiente. Finalmente le devolví el beso.
—Suéltame la mano —jadeé, y flexionó los músculos del brazo.
Debía de saber que me había vencido, porque la liberó con un gemido y me agarró la nuca inmediatamente. Le rodeé el cuello con los brazos y lo acerqué más a mí... así, sin más.
Empujó las caderas contra su mano para aumentar la presión de su asalto a mi intimidad y me metió los dedos. Mis músculos lo atraparon con fuerza y gemí. Se apartó de mí, entre jadeos, y me contempló con esa mirada oscura y brillante que tanto amaba contemplar.
—Ya me imaginaba —dijo, y su voz grave me acercaba más al orgasmo.
Volvió a pegar sus labios a los míos, y yo los acepté, acepté todo lo que me hacía. Una vez más, era esclava de ese hombre neurótico y maravilloso. Mi fuerza de voluntad había desaparecido.
Le pasé las manos por el traje negro y hundí los dedos entre su pelo cían mientras él continuaba penetrándome con los suyos a un ritmo dolorosamente lento y controlado.
Tenía ganas de llorar de placer y de frustración, pero ¿cómo iba a resistirme? Jamás lograría escapar de él. Ahora que había dejado de resistirme, su lengua se movía a un ritmo más calmado. El calor de nuestras bocas unidas me resultaba natural. Amaba estar de cualquier forma con él.
Mis muslos se tensaron ante el orgasmo inminente que amenazaba con atacarme desde todas las direcciones, así que me aferré con más fuerza al pelo de Grimmjow. Captó el mensaje, me besó con más intensidad y las caricias de sus dedos y de su pulgar se volvieron más firmes. El placer estalló en mi interior y me sentía en el cielo. Mi mente se quedó en blanco, excepto por la dicha que me llenaba al liberar la tensión que había acumulado. Le mordí el labio. Él gimió con fuera.
*¡Joder!*
Sus caricias cesaron y yo liberé su labio de mis dientes apretados. Creí percibir un ligero sabor a sangre, pero no abrí los ojos para confirmarlo. Le estaría bien empleado, de todos modos.
—¿Ya te has acordado? —susurró suavemente en mis labios. Yo suspiré, abrí los ojos y lo miré a los suyos. No le contesté. Él ya sabía la respuesta. No se me había olvidado, como ninguna de las otras veces que me ha dicho que soy solo suya y el mío.
No me exigió que le respondiera. Se inclinó sobre mí y me besó con ternura en la boca. Yo le pasé la lengua por el labio inferior y le lamí la gota de sangre de la herida que le he hecho.
—Te he hecho sangrar.
—No importa... de hecho me ha gustado —volvió a unir nuestros labios perezosamente y sentí que me levantó en brazos para dirigirse a la cama.
—No me digas, ¿quieres qué te dé mi recordatorio? —le dije una vez estábamos en la cama, coloqué mis manos sobre su tórax y le obligué a recostarse en la cama conmigo sentada sobre sus caderas.
—No me molestaría que volvieras a morderme así.
Yo le sonreí con arrogancia, muy bien Jeagerjaquez.
—Espero lo puedas soportar —mi sonrisa le contagió y volví a besar sus labios machados de sangre.
N/A: ¡Lo siento! ¡Perdonen mis horas de actualizar! x_x La verdad no estoy en el mejor momento como para actualizar seguido, pero no se preocupen que aunque One Piece acabe antes, yo continuaré hasta completar mis historias x'd Un saludo especial a esas señoritas que gustan de mis delirios escritos y disfrutan leyendo mis estupideces c': se agradece. Y déjenme decirles que si Aizen sale muy atrevido en esta historia :v no es culpa de la autora :'v Espero actualizar los pequeños shot's que me pidieron este mes, hasta pronto #nanodayolo (?
Pd: Espero no aparezca ninguna carita estúpida de :q en la lectura x'd
![]() 08/08/15 16:59 | Última edición: 08/08/15 16:59 |
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''dale un rodillazo en los huevos'' X''D Jajaja me ha matado eso :v Ehm... como siempre, me fascino Nanna! y pues la parte final si ha sido sabrozonga (? xD
Aizen todo un don juan (? con las we*s que pregunta :'v
Nozomi es una stalker... Pobre Grimmjow
lskjalsjal -retraso mental momentaneo- Lo ame!! Espero la conti con muchas ansias
![]() 08/08/15 18:15 | Última edición: 08/08/15 18:15 |
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¡Ciaossu!
Oh continuación :'v *shora de felicidad*
Inche (sin la p :v) Aizen, ¿Qué tipo de reencuentro fue ese? XD lo odiaria, pero adoro a ese cabrón :v
"dale una patada en los huevos" jajaja...sería una buena elección (?)
Bueno me ha gustado mucho adsdadasa fue genial *¡¡* me encantó!
Espero la continuación con muchas ansias~!
¡Cuidate, Nanna-swan~!
PD: "caritas estúpidas" jajaja me hizo reír eso haha X'D
![]() 09/08/15 15:32 | Última edición: 09/08/15 15:32 |
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Me encanto *O*, ese Aizen ¬¬, quería seguir leyendo, estaré esperando la conti =D
![]() 09/08/15 21:54 | Última edición: 09/08/15 21:54 |
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Por fin puedo comentar este maravilloso capitulo QuQ
Me gusto, finalmente Aizen entra en escena, ahora si que Grimmjow no la tendrá Facil 7vv7
No olvides que quiero conti